Éstas son nuestras manos:

Palabras a un cómic en blanco

Aquí va uno de los ejercicios más divertidos que hemos hecho en las últimas semanas, consistía en trabajar con un cómic de Quino. En clase lo hemos analizado pero no lo hemos leído, porque no tenía texto ni diálogos. Entonces nosotros mismos hemos tenido que interpretar la historia con nuestras propias palabras.

El cómic cuenta cómo es una tarde de compras con tu sobrina.

Una tarde sin compras

Era una tarde de verano y Tía Ana se fue de compras con Marta.
Marta iba guapísima, llevaba un lazo rojo, una minifalda..., mientras que Tía Ana iba más tapadita (normal, era una Tía ¿no?).

Cuando paseaban por la avenida oyeron un ruido muy fuerte, era un obrero que estaba arreglando una alcantarilla ajeno a todo, pero, cuando pasó Marta, al obrero se le abrieron los ojos y la silbó. A Marta la encantaba..., sin embargo a su tía no la gustaba nada de nada.

Cruzaron por un paso de cebra y ¿qué pasó?, pues sí, lo que os imagináis, el señor de un coche pitó a Marta, Tía Ana cada vez se ponía de más mal humor.

Pasaron por delante de un bar donde un cliente se tomaba una cerveza tranquilamente, pero cuando pasó Marta la empezó a aplaudir.
A Marta cada vez la gustaba más salir por la calle, pero Tía Ana estaba cada vez más enfadada.

Más adelante vieron a un cura y Tía Ana pensó: “¡Qué bien! Él no le va a decir nada a mi sobrina” y así fue, el cura pasó por delante de Marta y de Tía Ana en silencio.

Pero en cuanto pasaron se oyó un ruido muy grande. ¡Era un ángel tocando una trompeta! ¡Un piropo celestial!. Ellas se quedaron pasmadas y eso no fue lo peor, lo peor fue que se quedaron sin tarde de compras y con un fuerte dolor de cabeza.

Sora H.